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domingo, 14 de octubre de 2012

ÉCHATE CONMIGO UN CAFÉ.

 
Un profesor, delante de sus alumnos de la clase de filosofía,
sin decir ni una palabra, tomó un frasco grande de vidrio y
procedió a llenarlo con pelotas de golf. Después preguntó a los
estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron
de acuerdo en decir que sí.
El profesor cogió una caja llena de perdigones y los vació
dentro del bote. Éstos llenaron los espacios vacíos que quedaban
entre las pelotas de golf.
El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el
frasco estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.
Después, el profesor tomó una caja con arena y la vació
dentro del frasco. Por supuesto que la arena llenó todos los
espacios vacíos y el profesor volvió a preguntar de nuevo si el
frasco estaba lleno. En esta ocasión, los estudiantes le respondieron
con un sí unánime.
El profesor, rápidamente, añadió dos tazas de café al contenido
del frasco, y, efectivamente, el café llenó todos los espacios
vacíos entre la arena. Los estudiantes reían. Cuando la risa se
fue apagando, el profesor les dijo:
- "Quiero que os fijéis en este frasco, que representa la vida.
Las pelotas de golf son las cosas importantes, como la familia, los
hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que nos apasionan.
Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada más nos
quedasen éstas, vuestras vidas aún estarían llenas.
Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como
el trabajo, la casa, el coche... La arena es el resto de las
pequeñas cosas.
Si primero pusiéramos la arena en el frasco, no habría espacio
para los perdigones, ni para las pelotas de golf.
Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo nuestro tiempo
y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las
cosas realmente importantes.
Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad.
Juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, ve con tu
pareja a cenar, practica tu deporte o tu afición favorita.
Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave
del agua. Ocúpate primero  de las cosas que realmente te
importan. Establece tus prioridades. El resto solo es arena".
Uno de los estudiantes levantó la mano y le preguntó qué
representaba el café. El profesor sonrió y le dijo:
-"¡¡ Me encanta que me hagas esta pregunta!! El café es para
demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un
lugar para dos tazas de café con un amigo..."

P.D.: Para esa zarrina que hoy me ha pedido una história.

6 comentarios:

Desde la lejania.... dijo...

Me a encantado la historia Charli y tienes toda la razon a veces nos preocupamos de tonterias y no nos damos cuenta que el tiempo pasa muy deprisa y que hay que aprovechar todos los momentos al maximo. Nunca hay que dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy porque mañana no sabemos donde estaremos. Hay que disfrutar de la familia que es lo mas grande que uno tiene.

Anónimo dijo...

Que gran verdad con lo corta que es la vida y que siempre tenga que haber alguien encargado de insultar al vecino, que triste.

Anónimo dijo...

Yo me conformaría con que cada cual se diera asimismo el valor que realmente tiene, y con que a cada vez que dice disparates o calumnia al prójimo, diese cuatro vuetas a la torre de rodillas, los domingos cuando Juanero toque a misa.

Anónimo dijo...

Gracias Charly ,por la historia , por tu amabilidad y constante dedicación .Sigue con la importante ayuda que das al pueblo.

Charli5 dijo...

Gracias a ti por esas palabras. Reconforta leer de vez en cuando que hay a quienes importa lo que hago y siempre ha sido, es y será todo un placer el poder traeros cosas de nuestro pueblo a pesar de ser consciente de no agradar a todo el mundo, y eso, es lo que más valor le da a este blog.
Un saludo.

Montse Argente dijo...

Reflexión sobre las elecciones en Galicia y País Vasco:
La izquierda española debe de hacer un cambio total de mentalidad y volver a su pensamiento original y ver cómo puede aplicarlo en la actualidad, el P.P. no gana, es la izquierda la que pierde por no captar lo que el pueblo espera de ellos.